Solo el 16% de los automóviles cero kilómetro vendidos en el 2012 en nuestro país, venían, de fábrica, con el sistema Isofix, un dispositivo que impide que la silla de los niños se mueva en caso de accidente. Junto con el sistema Lacht, de característica similar, el Isofix es de los modelos más seguros de Sistema de Retención Infantil (SRI).
En lo que va del 2013, el porcentaje de autos con el sistema Isofix proveniente de fábrica, es del 12%. El dato destacable es que todos contaban con cinturón de seguridad de tres puntas. Los modelos de SRI como el Isofix o el Lacht, encarecen en unos U$S 250 el costo de las sillas para niños. Ambos sistemas, que prescinden del clásico cinturón de seguridad, convierten la silla del niño en una sola pieza con el auto, evitando que ésta vuelque.
“Los niños no son adultos en miniatura. Si el cinturón le queda en la pelvis o en el hombro, ese niño necesita un asiento elevador o una silla. Punto. Porque en el momento de una frenada brusca, ese cinturón de seguridad, que debería estar protegiéndolo, puede causar más daño”, explicó la directora técnica de la Fundación Gonzalo Rodríguez, Rosa Gallego.