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Ajustar los cinturones

Uruguay pasó a ocupar un lugar en el selecto grupo de países que obligan a utilizar el Sistema de Retención Infantil (SRI), a través de la reglamentación de la Ley 19.061 sobre Normas Varias de Seguridad Vial. La ley establece como obligatoria la utilización del SRI en el asiento trasero a niños y niñas de 0 a 12 años.

Pero por la falta de fiscalización del cumplimiento de la norma, ésta es respetada en un muy bajo porcentaje. A medida que el niño crece, la utilización del SRI decrece. Según datos de la Fundación Gonzalo Rodríguez, el SRI se utiliza más con los menores de un año: seis de cada diez bebés viaja sujeto en sus sillitas. El porcentaje baja a 27,7 para los niños de 1 a 4 años y es casi inexistente en los niños mayores a 5 años (0,5%).

Mercedes Bernadá, profesora agregada de pediatría de la Facultad de Medicina, aseguró que “el nivel de aceptación de las medidas de seguridad especiales para niños aún es muy bajo”. Un estudio realizado en Montevideo, Salto y Paysandú en 2012 reveló que uno da cada cuatro niños de 5 años viaja en el asiento delantero y ocho de cada diez menores de 14 años no usan ningún tipo de dispositivo de seguridad.

Las lesiones que sufren niños y niñas en accidentes de tránsito no son las más frecuentes, pero si son las más graves y las que más muertes causan. El SRI reduce de un 54% a un 80% el riesgo de morir.

La Unidad de Seguridad Vial redactó especificaciones técnicas respecto a las normas de calidad que los dispositivos del SRI deben cumplir y que pueden afectar la comercialización e industrialización de los mismos. Sin embargo, el 95% de los dispositivos que hoy se encuentran en el mercado cuentan con la homologación de la Sociedad Uruguaya de Pediatría y la Fundación Gonzalo Ramírez, de acuerdo a normas internacionales.