Distintas iniciativas se están implementando con el objetivo de que los niños conozcan los beneficios de una alimentación saludable.
Si bien la Ley de Alimentación Saludable en Centros de Enseñanza, está en debate desde el año 2011, propuestas puntuales, aunque de menor alcance, están abordando una cuestión que se presenta como problemática. Según una encuesta del año 2012, de la que participaron 3500 adolescentes de entre 13 y 15 años, el 7% es obeso y sólo uno de cada cuatro come cinco frutas o verduras diarias. El 10% se alimenta con comida rápida de una a tres veces por semana y siete de cada diez consume bebidas azucaradas una o más veces en la semana. La mala alimentación es la causa por la cual el 2% de la población infantil sufre hipertensión arterial, cifra que llega al 10% en los adolescentes.
El Instituto Nacional de Alimentación (INDA), desarrolló un plan piloto con el Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU), mediante el cual adolescentes de entre 13 y 15 años de la Escuela Técnica de la Unión, podían encargar su desayuno a través de un SMS gratuito a algunos de los comercios adheridos al plan. El desayuno estaba compuesto de un jugo o bebida láctea y un panificado de jamón y queso con un peso determinado por una nutricionista. El director de INDA, Luis Suárez, explicó que la experiencia posibilitó “tener cierto grado de trazabilidad en el alimento que se daba y cierta integración en la toma de decisiones de los chicos sobre qué merienda comer y dónde ir a comprarla”.
En setiembre, el proyecto se ampliará en las Aulas Comunitarias.
En otro orden, dos nutricionistas brindan talleres de alimentación saludable en las escuelas. El proyecto, de nombre “Verde Oliva”, funciona desde el año 2007, ha contado con el apoyo de los Fondos Concursables del Ministerio de Educación y Cultura y ha visitado ya unas 20 escuelas de todo el país. Los talleres apuntan a la educación desde lo lúdico, así como a concientizar respecto a que el cambio fundamental debe darse en el hogar. Por ese motivo es que los talleres incluyen también a los adultos. En uno de los sondeos previos a las actividades, constataron que el 90% de los niños no desayunaba, mientras que quienes lo hacían consumían alfajores, jugos envasados o refrescos.