Ante la amenaza de huelga por parte del Sindicato del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), el organismo aceleró la contratación de 300 nuevos funcionarios, quienes desempeñarán tareas de seguridad en los centros de privación de libertad de adolescentes.
El sindicato reclamaba que los trabajadores, que ya estaban presupuestados, fueran contratados. El INAU decidió entonces que los nuevos funcionarios quedarán contratados a partir del 1º de diciembre. Con este nuevo ingreso, el área de seguridad del INAU pasará a estar integrada por 1200 funcionarios, 900 de ellos para el servicio de “atención directa”.
El presidente del Suinau, Joselo López, dijo que en la medida en que se aproximan las fiestas de navidad y año nuevo, los adolescentes comienzan a “presionar para estar con la familia”, lo que pone en riesgo la seguridad de los trabajadores. A esto, agregó, hay que sumarle el nivel de hacinamiento de los centros de privación de libertad, por la disminución de las fugas, situación que podría agravarse a partir del inicio de la feria judicial, el 25 de diciembre, lo que lleva a que haya ingresos pero no egresos de adolescentes.
“Esta salida es muy positiva, es la lucha por el presupuesto”, dijo López. El Suinau es el sindicato de la Administración Central que negoció el mayor incremento salarial en el presupuesto quinquenal de 2010, con un aumento del 25% por encima de la inflación. Además, cuentan con beneficios tales como no estar obligados a trabajar un mínimo de seis horas. Es el único sindicato en esta situación.
Por otra parte, el presidente del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), informó que desde hace dos meses que no se registran fugas de adolescentes. “Finalmente, y a pesar de las dificultades de infraestructura, los funcionarios han dado en la tecla y entre todos, con la colaboración del Ministerio del Interior, se ha abatido el tema de las fugas”, dijo Villaverde. “Dar en la tecla significa haber comprendido al detalle cuáles son todos los gestos que hay que ir haciendo en el trabajo diario”, agregó.
Para López, la disminución de las fugas responde a que se terminó “la caza de brujas interna”. El sindicalista dijo que con la anterior administración, los trabajadores estaban “atados de pies y manos, porque tenían miedo a que les hicieran un sumario”. López agregó que “es un servicio bravo”, en el que “muchas veces hay que usar la fuerza para reducir a los gurises”. “Con el paso del tiempo se fue respaldando a la gente”, concluyó.
