Entrevistado por el semanario Brecha, el presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Ricardo Pérez Manrique, se refirió a los adolescentes en conflicto con la ley y opinó sobre la vigencia del Código de la Niñez y la Adolescencia (CNA) y las elevadas tasas de privación de libertad.
Volvió a expresar su postura contraria a la baja de la edad de imputabilidad, “pero evaluar riesgos, que creo que existen, es un tema que dejo librado al debate político”, sostuvo.
“Hay muchos casos de infractores graves en los que ese chico carga consigo una serie de rupturas, donde el Estado y la sociedad han fracasado”, señaló Manrique. “Fracasó el sistema educativo, la familia no existe o se ha desinteresado, el consumo es habitual, y donde el medio de subsistir es que ese adolescente robe”, agregó. El presidente de la SCJ cuestionó si quitar la patria potestad a los padres “permite una solución del problema”, ya que “se van acumulando generaciones” donde la “institución familiar (sea monoparental, o con ambos padres) se debilita en cuanto al rol formador”, dando lugar a una “relación bastante indefinida en la que el límite no aparece”. Según Manrique, “basta ver los expedientes” de los adolescentes que cometen delitos, “para percibir esta cadena de rupturas. Y está el hecho de que las políticas no han funcionado en su rol de inclusión”.
Ante el hecho de que los magistrados optan mayoritariamente por la privación de libertad, aún cuando el CNA establece que es la última opción, el presidente de la SCJ dijo que los jueces “son duramente cuestionados por otros sectores de la sociedad por aplicar penas mínimas o no privar de libertad”. “Cada vez que un juez adopta una medida alternativa, sale en la prensa”, graficó. Sobre este tema agregó que “hay dificultades para controlar la eficacia de las medidas” alternativas, ya que se “ha privilegiado que los adolescentes no se escapen para después pensar en la educación”. “Se han hecho cosas, pero lo logrado es insuficiente”, opinó.
Sobre el CNA, Manrique recordó que “fue aprobado por la unanimidad de los partidos”, y que “nunca se planteó modificar aspectos vinculados con los infractores hasta que vino el último impulso por algunas figuras que públicamente salieron a hacer campaña anti-Código, diciendo que era híper-benigno”. De todas formas señaló que las recientes modificaciones al CNA, “han sido casi todas por acuerdo político, o sea que todo el sistema político ha estado de acuerdo”. “La concepción del Código ha sido alterada, y diría que hay un deslizamiento hacia una posición de mayor dureza con los adolescentes infractores”.