
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cuatro niños uruguayos tiene sobrepeso u obesidad, una cifra que los médicos coinciden en calificar de “alarmante”.
La nutricionista Carolina de León explica que “el problema de la obesidad es multicausal”. “Uno de los factores es el sedentarismo por avance en la tecnología. Otra es la publicidad, pensada desde el consumo de alimentos muy sabrosos pero ricos en calorías y grasas saturadas”, señala. Con esta lógica, los jugos en polvo, por ejemplo, están mejor valorados que una fruta. “Es un tema cultural muy fuerte que no discrimina nivel socioeconómico”, apunta, aunque reconoce que en los contextos económicos más bajos esto ocurre con mayor frecuencia. “Bajo costo, peor calidad”, resume.
De León, quien integra el programa de Nutrición de la Intendencia Municipal de Montevideo, entiende que la mejor forma de modificar la cultura alimenticia es a partir de inculcar pautas alimenticias que no conlleven un cambio muy brusco de la dieta acostumbrada. Una merienda escolar más nutritiva y la disminución en el consumo de alimentos que gustan mucho a los niños, pero no son del todo saludables.
Para Manel Rodríguez, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte, coincide en que parte del problema está en la falta de ejercicio, pero también en la conducta de los padres para con sus hijos. Rodríguez, quien trabaja en España y estuvo de visita en nuestro país para brindar un curso en la ciudad de Rivera, considera que el principal problema no son los niños, sino sus padres. “Cada vez los adultos se responsabilizan menos. Los niños parecen pequeños tiranos que si quieren comer hay que hacerle el gusto. No se preparan bocadillos ni se llevan fruta. Los niños compran comida porque sino el resto se ríe”, explica.