Publicado el

El 82% de las familias uruguayas están satisfechas con la educación que reciben sus hijos

El 52.8% de las familias uruguayas elegirían enviar a sus hijos a la educación pública, aún cuando el Estado se hiciera cargo del pago de la cuota mensual de un instituto de enseñanza privada.

Este dato se desprende del estudio “Los uruguayos y la educación”, realizado a pedido de la Asociación Uruguaya de Educación Católica, cuyo objetivo fue relevar las expectativas y opiniones que tienen los padres sobre la educación que reciben sus hijos.

La investigación se realizó en base a una encuesta que abarcó 600 hogares en los que al menos una persona menor de edad asistía a un centro educativo al momento de la entrevista (octubre de 2010).

El 60% de las personas consultadas afirmó que el ámbito público es el mejor para el ciclo escolar o liceal de sus hijos. El 14.3% optó por la educación privada, el 10.6% por el privado no católico y un 12% no contestó la pregunta.

Sobre el grado de satisfacción con la educación que reciben sus hijos, el 82.4% dijo estar satisfecho o muy satisfecho. El 60.1%, en tanto, consideró que hubo avances, pero que estos fueron insuficientes. El 24.8% dijo no percibir ninguna mejora y el 15% consideró que la inversión del Estado fue suficiente.

Consultados respecto a las características que debe tener un centro educativo ideal, el 25% priorizó la formación académica; en segundo lugar la seguridad (12.6%) y luego la disciplina (9.4%).

El estudio identifica dos clases de expectativas. En primer lugar las imprescindibles, como la seguridad, la infraestructura y el presentismo docente, cuyo cumplimiento se considera necesario para el segundo nivel de expectativas, ligadas a los aspectos pedagógicos.

El primer grupo de expectativas corresponde a “los entrevistados de nivel socioeconómico bajo”, así por las familias cuyos hijos cursan educación secundaria. La formación académica, en tanto, es priorizada por los sectores económicos y culturales altos. “Se observa así un escenario fuertemente pautado por la diferenciación socioeconómica en el cumplimiento de las condiciones básicas para el acceso a una educación de calidad”, concluyen al respecto los investigadores. En este sentido, el 60% de los encuestados considera que las familias de menores ingresos, “no tienen garantizado el derecho a elegir la educación para sus hijos conforme a sus convicciones y la calidad que desean”.