Voz y Vos conversó con Ferrando sobre el Seminario Internacional Infancia y Comunicación, y lo que se viene en nuestro país de cara a la discusión sobre la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
La ciudad de Brasilia fue escenario los pasados 6, 7 y 8 de marzo, del Seminario Internacional Infancia y Comunicación. Derechos, Democracia y Desarrollo, evento organizado por Red Andi Brasil, Red Andi América Latina, que contó con el apoyo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de la República de Brasil y la Secretaría Nacional de Justicia del Ministerio de Justicia de Brasil, el Consejo Nacional de los Derechos del Niño y el Adolescente, la Fundación Ford y Petrobrás.
El Seminario, que convocó a jerarcas, especialistas y periodistas de todo el mundo, tuvo como fundamento y principal objetivo la conformación de un «ecosistema mediático global», a partir de la incidencia en tres esferas:
-El establecimiento por parte de los Estados de un marco legal que promueva y sostenga la ampliación del derecho a la libertad de expresión.
-La implementación de mecanismos de autorregulación, los cuales deberán ser impulsados por las empresas de comunicación, en base a una política efectiva de Responsabilidad Corporativa.
-La ejecución de estrategias de fiscalización por parte de la Sociedad Civil.
Así, se consideró de vital relevancia la participación de todo el espectro de actores sociales involucrados en la temática de los medios de comunicación: representantes de los gobiernos nacionales, parlamentos, profesionales, empresas, académicos y representantes de la sociedad civil organizada.
Uruguay estuvo representado por la socióloga Paula Baleato, coordinadora de la Agencia Voz y Vos, el abogado y periodista Edison Lanza, director del Centro de Archivo y Acceso a la Información Pública (Cainfo), y el director del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Jorge Ferrando.
Voz y Vos conversó con Ferrando sobre el Seminario, la infancia y los medios de comunicación en nuestro país y lo que se viene de cara a la discusión sobre la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
¿Cuáles fueron los principales temas que se abordaron en el Seminario?
Lo que buscaba el seminario era ir consolidando una línea de reflexión y de intercambio de experiencias sobre cómo los medios de comunicación trabajan los temas de infancia y adolescencia. Por ejemplo, cuáles son los marcos regulatorios que hacen a los contenidos de los programas. Ahí estuvo trabajándose mucho sobre el concepto de libertad de expresión vinculado a lo que son los derechos de la infancia y la adolescencia. Cómo algunos lo ven como opuestos, mientras que los enfoques predominantes van más en la línea de que lo que hace la regulación es fortalecer la libertad de expresión en la medida en que deja claras las reglas de juego. Lo mismo con aquellos contenidos que resultan nocivos para niños, niñas y adolescentes, pero que al estar regulados, implica cierto nivel de claridad sobre las reglas de juego. También fue importante todo lo que hace a la realización de contenidos.
En algunos casos en programas de TV dirigidos a niños, niñas y adolescentes y en varios casos presentados, en lo que es la realización de contenidos trabajando con ellos. Creo que es una línea bien interesante.
Se trabajó también sobre todo el tema de la calificación indicativa, es decir, la definición de parámetros y de códigos claros para definir los programas aptos para todo público o por franja de edades. A nivel de procedimientos hay situaciones muy dispares entre los países. Acá en Uruguay el INAU tiene la potestad de calificación de los espectáculos; en Brasil, toda la calificación indicativa es responsabilidad del Ministerio de Justicia.
En algunos lados hay órganos regulatorios independientes del gobierno, en otros son organismos más relacionados con el gobierno. Algunos tienen poder de sanción, otros más bien son una función de observatorio, de monitoreo, de recomendaciones, pero sin tener facultades para aplicar las sanciones.
En otro aspecto, una cierta percepción también en varios de los países que los temas de infancia y adolescencia no suelen ser prioridad en la agenda pública, que están invisibilizados y aparecen cuando hay situaciones dramáticas, una catástrofe, o cuando hay adolescentes infractores, o una situación de violación, o algo por el estilo.
El Seminario le permitió acercarse a la realidad de otros países. A partir de esa aproximación, ¿cómo considera la situación de Uruguay respecto a este tema?
Creo que estamos en una etapa donde se está poniendo en agenda y discutiendo por parte de una diversidad de actores, todo lo que hace al papel de los medios para con la infancia.
Por ejemplo el año pasado la convocatoria al Comité Técnico Consultivo (CTC), que tuvo esa cualidad de que hubo una iniciativa que toma el Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Presidencia y con un rol activo del INAU, pero donde se logra esa convocatoria a la sociedad civil, los canales de TV, las agencias de publicidad, las universidades y donde logramos además una coordinación por parte de Unesco y Unicef que me parece que a todos nos dio garantías en cuanto a lo que pudiera surgir de ese Comité. Esa experiencia, que fue presentada en el Seminario, fue muy bien considerada, muy valorada por los participantes, como algo que sería difícil que en otros países de América Latina pudiera llevarse en los términos en que aquí se llevó.
Creo que Uruguay tiene además esta particularidad de que el INAU tiene potestad sancionatoria, lo que es bastante inusual; en otros lados eso está o en el ámbito de la Justicia o de algún ministerio, con algunas excepciones. Chile tiene un Comité con cierta independencia que funciona hace ya más de 20 años, que está bastante estructurado y es un ámbito reconocido en diversas instancias. Pero otros países de América Latina, como Colombia, Ecuador, Perú, son ámbitos independientes, pero sin poder sancionatorio. Pienso que para nosotros es una ventaja ya tener resuelto este aspecto.
Para mí también fue importante saber que la mayoría de los países el monitoreo de medios lo hacen a través del control ciudadano, es decir, que hay también una tarea de información y trabajo con la ciudadanía para que la población intervenga, consulte, denuncie y creo que eso es para nosotros algo importante para desarrollar.
La formación o la educación crítica respecto a los medios que pueda trabajarse en la escuela, en secundaria, o con los padres, son herramientas muy importantes porque, qué querés ver tu en un medio, o qué comunicás, tiene mucho que ver con los valores, con las pautas culturales de una sociedad, y con las distintas culturas que coexisten en una sociedad.
Tiene que ver con los contenidos que pueden considerarse aceptables o no en un momento dado para los medios de difusión. De hecho los canales de TV han sido cada vez más permisivos en cuanto a escenas de violencia o escenas donde hay aspectos de la sexualidad más explícitos. Esto tiene que ver con cambios culturales más amplios, no solo en la sociedad uruguaya, de una mayor permisividad. Entonces esto necesariamente te obliga a revisar también qué considerás vos tolerable y qué debería de estar dentro de lo prohibido en lo que hace a temas como violencia, pornografía o el tema de la discriminación.
Quienes tenemos una cierta responsabilidad de aplicación de las normas, tenemos que cumplirlas también en un intercambio con el resto de la sociedad. Y ahí el tema de tener canales de consulta donde la ciudadanía pueda hacer planteos, yo lo veo como una herramienta muy poderosa.
Uruguay está en una etapa en que por distintas vías el tema de las distintas herramientas o plataformas de comunicación y el tema de la infancia y la adolescencia, tanto respecto a qué imagen transmiten los medios, como cuánto los medios pueden ser un espacio de difusión de aquello que producen la infancia y la adolescencia, estamos en un momento bastante fermental.
De unos meses a esta parte el INAU empezó a hacer cumplir los art. 96 y 181 del CNA, respecto a las imágenes. Incluso hubo multas para algunos medios. ¿Cómo es la relación con los medios al respecto? A veces da la impresión de que el organismo no tiene una estructura que le permita ser más efectivo en ese aspecto.
Si uno compara los medios de Uruguay con los de otros países, diría que a pesar de las extralimitaciones que siempre se dan, o situaciones que pueden ser discutibles, me da la sensación de que la mayoría de los medios uruguayos se manejan dentro de ciertos parámetros de razonabilidad, con situaciones sí extremas, totalmente exageradas, como puede haber sido el caso de La Pasiva.
No es que no ocurran, ocurren, pero cuando uno conversa lo que pasa en otros países, la impresión que me queda es que hay muchas violaciones a lo que yo consideraría aceptable, que están consideradas casi como normales en los medios de otros países.
Existe también un tema cultural muy fuerte, en el pensamiento a nivel de la opinión pública, con todo lo arriesgado que es tratar de interpretar qué es lo que piensa la gente.Está la cuestión de que si un adolescente es infractor, está bien que se dé su nombre, que se sepa dónde vive, que se sepa quién es su familia y que caiga toda la condena social sobre él, y hablar de que a pesar de ser infractor tiene derechos, que hay que preservar su imagen, que hay que evitar que sea aún mayor la condena, la represalia que la población pueda tomar, es mal visto.
De algún modo a veces siento que ubicarnos en la perspectiva de defensa de derechos, en la sociedad uruguaya en muchas circunstancias uno siente que es como una posición absolutamente minoritaria, a pesar de ser un acuerdo firmado por el Uruguay hace mucho tiempo y que debería de estar muy fuerte en la ciudadanía uruguaya como uno de los valores democráticos más importantes.
¿El INAU cómo puede revertir eso?
Nosotros estamos trabajando en dos sentidos. Uno, el sancionatorio, a través de la información que nosotros mismos podemos monitorear por lo que nos llega desde los diarios y los medios. Por otro lado buscando trabajar con los periodistas, con los responsables de los informativos, fundamentalmente acerca de los derechos que tienen que ser respetados y del marco legal que regula qué aspectos de la identidad y la imagen tienen que ser preservados. No solo de los adolescentes infractores sino de cualquier niño, niña o adolescente que sea víctima de una situación de fuerte vulnerabilidad, como puede ser el trabajo infantil, la situación de calle, explotación sexual, etc.
Se suele apelar a la libertad de expresión, a veces erróneamente…
En el Seminario estuvo presente Frank La Rue, relator de la ONU por la Libertad de Expresión y claramente hizo declaraciones en este sentido, que es una falsa oposición regulación y libertad de expresión, que ésta no es ilimitada y tiene el mismo rango que otros derchos y que justamente lo que se precisa son regulaciones claras para que la libertad de expresión tenga el mayor desarrollo posible. Pero dentro de la libertad de expresión está también la libertad de opinión, y si los medios no son difusores de las múltiples opiniones que existen en la sociedad y si por ejemplo no son difusores de las opiniones que tengan los niños, niñas y adolescentes, en realidad la libertad de expresión es una libertad recortada, porque solo algunos están pudiendo difundir sus opiniones, mientras que muchos, una mayoría, no se expresa.
Yo creo que ahí los medios uruguayos tienen una responsabilidad en cuanto a que muestran muy poco una cantidad de acciones positivas que todos los días se hacen en Uruguay y que el hecho de que la población lo conozca, me parece que nos ayuda también a mejorar la capacidad de convivencia, tolerancia y de respeto a la diversidad.
De cara a la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. ¿Qué respuestas ha tenido el INAU sobre las recomendaciones del CTC y qué expectativas tiene de que las recomendaciones pasen a formar parte de la ley?
Lo que nosotros vemos es que hay recomendaciones que pueden ser aplicadas sin necesidad de esperar una ley. Lo que como INAU nos estamos proponiendo es mejorar todo el sistema de monitoreo haciendo campañas de información y líneas de comunicación con la ciudadanía para que la población pueda hacer llegar sus inquietudes. Trabajar en la creación de un Consejo Asesor Consultivo, en primera instancia del directorio del INAU, para todas aquellas denuncias que recibimos que puedan implicar sanciones a los medios, para que antes de tomar una decisión puedan ser analizadas por el propio Consejo Asesor, y que eventualmente el propio Consejo sea un lugar de recepción de denuncias e inquietudes de la población. Entendemos que es importante que tanto Unesco como Unicef sigan colaborando con el gobierno uruguayo y con este espacio plural de trabajo para seguir avanzando en este tema.
El INAU planteó formalmente que se puedan adelantar algunos puntos planteados en el CTC sin esperar a la sanción de la ley?
Sí. Esto lo hemos conversado a nivel de Secretaría de Presidencia y lo hemos acordado a nivel del Directorio del INAU. Después, aspectos de educación para los medios y producción de contenidos, el INAU no va a poder estar en primera línea, porque no somos expertos en comunicación ni tampoco tenemos recursos para eso, pero pensamos que podemos estimular la participación de un trabajo conjunto con TNU o TV Ciudad, eventualmente con la gente del Plan Ceibal, puede haber productoras interesadas en estos temas.
Básicamente estos son los puntos que en el corto plazo es posible aplicar y que no dependen de una ley, que están dentro de las facultades que el INAU tiene.
Rafael Rey
