“La educación se convirtió en una comunidad solidaria de la mediocridad. Para romper esta definición, para que la educación sea un instrumento de inclusión y no de exclusión, se necesita mucho coraje. Está todo dado, lo que no hay más es tiempo”.
De esta manera resumió el historiador y politólogo Gerardo Caetano, la situación actual de la educación en nuestro país y la urgencia de abordar cambios estructurales que abran el camino a mejores resultados en el futuro. Lo hizo en el marco de un congreso sobre educación, organizado por el Colegio Santa Elena, entre el 15 y el 17 de agosto y del que participaron también otros especialistas en el tema.
“Hoy estamos en mucho mejores condiciones para hacer cambios con propuestas de largo aliento que hace 50 años. El país de las vacas gordas está acá, es hoy”, agregó el historiador, quien recordó que el centro del sistema educativo “no es el docente, es el alumno”.
Pablo Da Silveira, director del Programa de Gobierno de la Educación de la Universidad Católica, dijo que en el sistema político existe una “inmensa cobardía” y un “escandaloso doble discurso” sobre el tema. Sostuvo que los problemas responden a fallas institucionales que inhiben el trabajo colectivo, lo que repercute en que haya pocos centros educativos públicos con resultados satisfactorios.
El experto en Educación por Unicef, Gustavo De Armas, opinó que la sociedad uruguaya está dividida en tres: la que culminó la educación media superior; la que terminó el ciclo básico y un último tercio “destruido”, que “ni siquiera” finalizó los tres primeros años de liceo. Sostuvo que este último grupo está “condenado” a la exclusión social. “¿En qué condiciones van a ser trabajadores, emprendedores, madres y padres estos ciudadanos con este nivel educativo, que es cuasi-analfabetismo?”, cuestionó.
Por su parte, el director nacional de Educación, Luis Garibaldi, dijo que si bien bajaron los índices de pobreza económica, no ha ocurrido lo mismo con la pobreza cultural. “La educación es accesible en Uruguay. Donde nos tenemos que centrar es que quienes acceden a la educación tienen derecho a aprender”, señaló.
