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Esposados

Una de las mesas de las XI Jornadas de Emergencia Pediátrica, que tuvieron lugar el pasado mes de octubre, fue, “El adolescente en la urgencia: ¿estamos preparados?”. Allí, distintos especialistas señalaron que cuando la policía lleva a un adolescente que fue detenido por un presunto delito, los médicos, a pedido de los agentes, deben atenderlo esposado.

El Código de la Niñez y la Adolescencia (CNA) establece que antes de ser trasladado al juez,  el adolescente debe ser revisado por un médico, quien deberá constatar si tiene lesiones. “Son examinados con grilletes en los pies, esposados de manos a la espalda o interrogados –sobre si fueron maltratados- en presencia del policía” que lo detuvo y lo llevará al juzgado, señaló Hugo Rodríguez, director de la Cátedra de Medicina Legal. Se trata de una práctica violatoria del CNA. Pero según los médicos, son los propios agentes de policía quienes, por cuestiones de seguridad, piden a los profesionales de la salud que la atención médica se realice en esas condiciones. El médico Luis Pacheco, integrante de la Comisión de Seguridad pre hospitalaria del Sindicato Médico del Uruguay, opinó que es un “tema muy difícil”, que “depende de cada circunstancia”. “Hay que protegerlos de ellos mismos, además de evitar que se escapen”, apuntó.

Para Rodríguez, es una situación inaceptable. “Los médicos no podemos hacer cualquier cosa. Personas con las esposas puestas no podemos examinar”, aseguró. Para el catedrático, una cosa es atender  a “una persona que está en actitud peligrosa, agresiva, descontrolada”, y otra hacerlo con un adolescente que presuntamente cometió un delito. “Esos son prejuicios. Yo no digo que sean unos santos pero nadie dice que por ser rapiñero le vas a pegar a tu médico”, señaló.