“No creemos que haya un responsable. No se tomó agua de la canilla, sino envasada. Los cubiertos eran descartables. No había ratas, como se dijo. No somos ningunos recién llegados”, aseguró el director de Infraestructura y Administración de la Dirección Nacional de Deportes (Dinade), Daniel Daners
Sobre la suspensión de los segundos Juegos Nacionales de la Juventud, a causa de una bacteria que afectó a más de un centenar de adolescentes. Daners desmintió de esta manera algunos trascendidos de prensa que cuestionaron las condiciones sanitarias del lugar donde fueron alojados los adolescentes. “Nos preocupa que se haya tergiversado y nos duele, porque los gurises estaban fascinados”, indicó.
Daners explicó que en cuestión de un par de horas, más de 100 adolescentes presentaron los mismos síntomas: fiebre, dolor de cabeza y llagas en la garganta. “Parecían zombies, llegaban de los distintos pabellones. Fue explosivo. Concentrado”, graficó el jerarca. Los cinco médicos que estaban de guardia en el predio de la Rural del Prado, donde estaban los casi 2 mil jóvenes que iban a participar de los Juegos, se vieron sobrepasados, por lo que se pidió apoyo a ASSE y a la emergencia del Casmu, contratada previamente para actuar en caso de urgencia. Luego llegaron los Bomberos, quienes luego de revisar las instalaciones, descartaron una intoxicación. Finalmente, una delegación de Epidemiología concluyó que se trataba de una bacteria común, el estreptococo tipo A. Todos los afectados, incluso tres adolescentes que debieron ser internados, están fuera de peligro.