El miércoles pasado, la Asociación Uruguaya de Psicoterapia Psicoanalítica, organizó un Coloquio sobre el Síndrome de Alienación Parental (SAP), del que participaron varios especialistas y se criticaron tanto los fundamentos del mismo, como su vigencia en el ámbito judicial.
El SAP fue definido por el estadounidense Richard Gardner, como un síndrome que provoca que “el padre o la madre que detenta la tenencia induce al niño a mentir sobre supuestos abusos o a no querer ver a su otro padre sin dar argumentos sólidos”. La teoría de Gardner es utilizada para los casos de abuso sexual, y su utilización no implica otra cosa que la descalificación del testimonio del niño abusado y la desestimación judicial del abuso. La psicóloga Carina Bordes, dijo que el SAP es un “recurso que desestima las denuncias hechas por las víctimas”, a la vez que “silencia la voz de los niños”.
La definición de Gardner comenzó a utilizarse como argumento en el ámbito legal en la década del 80. Pero su falta de rigurosidad académica llevó a que el mismo no sea admitido por la Organización Mundial de la Salud. A su vez, distintos organismos judiciales de todo el mundo rechazan su existencia y por lo tanto su utilización como argumento en casos judiciales que involucren la tenencia de niños y niñas, por considerar que afecta la integridad del sistema judicial y la de los niños abusados.
Eduardo Cavalli, ministro del Tribunal de Apelaciones de 2º Turno, dijo que en los tribunales de Apelaciones, la opinión respecto a la validez del SAP está dividida. “Hay un tribunal que fundamenta sus sentencias partiendo de la base de la existencia del SAP”, aseguró. Sobre el tribunal que “no ha dado lugar” a la existencia del síndrome, Cavalli dijo que lo hace sobre la base de que “la discusión sobre su existencia pertenece a otras disciplinas y no a la jurídica, en tanto que no es una verdad científica». Agregó que no tiene conocimiento de que la Suprema Corte de Justicia lo haya utilizado en sus sentencias.
Por su parte, la abogada Diana González, de la organización Infancia y Adolescencia Ciudadana (IACI), dijo que la teoría del SAP llegó a nuestro país en el año 2002, y que fue utilizada por muchos actores judiciales. Esto llevó a que se revisaran muchos casos de abuso sexual en el que los padres habían sido procesados, lo que determinó que fueran absueltos. Si bien su utilización disminuyó, González dijo que desde el 2009 se ha retomado. Al respecto, señaló que nuestro país “no cumple con las garantías mínimas” para garantizar los derechos de las víctimas de abuso sexual. Uno de los problemas es que los niños son obligados a declarar varias veces, dado que no se termina de creer en su palabra. “A nivel internacional se plantea que nunca la palabra de un niño puede valer menos que la de un adulto. No es verdad que los niños fabulen más que los adultos, porque fabulamos en función de la experiencia”, sostuvo.