De acuerdo a un trabajo realizado por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), la baja de la edad de responsabilidad penal de los adolescentes podría ser reducir temporalmente los índices de delincuencia, pero sería un grave problema para el futuro del país. “Pan para hoy y hambre para mañana”, ejemplificó el economista Ernesto Talvi, encargado de presentar el informe.
El también economista Ignacio Munyo, responsable de la investigación, explicó que para el informe fueron visitados los centros de privación de libertad para adolescentes. Allí se constató las escasas posibilidades de rehabilitación de los adolescentes, ya que en la mayoría de los establecimientos los adolescentes “están todo el día encerrados”, por lo que dichos lugares, lejos de resocializar, se transforman en “escuelas del delito”. Munyo calificó de “infiernos humanos” los lugares donde los adolescentes permanecen privados de libertad.
Ambos especialistas coincidieron en la importancia de mejorar la educación en los contextos socioeconómicos más bajos, donde según Talvi, la gestión pública “está fracasando estrepitosamente”. Para el economista, si se lograra igualar el nivel educativo de las personas de contextos más bajos, con el resto, se produciría “una reducción de 40% en la delincuencia juvenil”
