Más de 300 mil niños y niñas de nuestro país tienen al menos una Necesidad Básica Insatisfecha (NBI). La cifra representa al 44% de la población infantil uruguaya. Estos datos fueron presentados ayer en la Torre Ejecutiva y conforman la primera de una serie de mediciones con las que se dará forma al “Atlas sociodemográfico y de la desigualdad del Uruguay”.
Se trata de una iniciativa del Instituto Nacional de Estadística (INE), las facultades de Ciencias Sociales y Economía, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), el Ministerio de Desarrollo Social y el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Las NBI constituyen un método directo para medir la pobreza. Abarcan aspectos como el acceso a una vivienda decorosa, energía eléctrica, abastecimiento de agua potable, artefactos de confort, servicio sanitario y educación.
En Uruguay, 153 mil niños y niñas tienen una NBI insatisfecha, 86 mil dos y 66 mil tres o más NBI insatisfechas acumuladas. Los departamentos donde las cifras son más críticas son Artigas, Cerro Largo, Durazno, Paysandú, Rivera, Salto y Tacuarembó. Allí, más de la mitad de los niños y las niñas tiene al menos una NBI insatisfecha. El pico se da en Artigas, donde la situación afecta al 63% de la población infantil del departamento.
Jerónimo Roca, subdirector de la OPP, dijo que el método de las NBI “explicita una idea de justicia”, porque mide el acceso a bienes y servicios que “sí o sí” deben ser accesibles y de cobertura “universal”.
En el otro extremo se encuentran las personas mayores de 65 años. El 23% tiene al menos una NBI insatisfecha.
