De visita en nuestro país para asesorar a la Universidad de la República para el acceso a una señal de televisión digital, el crítico de televisión, docente y periodista colombiano, Omar Rincón, fue entrevistado por la diaria. Habló sobre la incidencia de los medios en la sensación de inseguridad pública, y el lugar que tienen niños, niñas y adolescentes en los medios de comunicación.
El especialista colombiano aseguró que hoy la política “se puede explicar más” desde el melodrama “que desde la teoría política”. “El melodrama está basado en miedos ancestrales, los que tenemos los humanos (…), entonces es más fácil gobernar y hacer políticas con miedos ancestrales que con realidades verdaderas”, señaló. Para Rincón, es menos creíble el político que promete empleo y educación, que aquel que le dice a la gente que la va a defender de sus miedos. “Y esos miedos son mi soporte de poder”, aseguró.
Para el periodista colombiano, los medios de comunicación deben modificar la forma en qué abordan los hechos vinculados a la seguridad pública. “Si no se replantea el papel de los medios desde los medios mismos, están sirviendo para los miedos, para estos políticos de entretenimiento y melodrama, y para que la sociedad esté más divertida pero menos democrática”, sostuvo.
Sobre el lugar que hay en los medios para las personas menores de 18 años, Rincón afirmó que “los jóvenes no han encontrado un lugar televisivo”, salvo en los noticieros, “en que el joven es un criminal, un villero, un sicario”.
Respecto a los niños, señaló que éstos “están formados solamente por los canales norteamericanos infantiles”, y que a nombre de ellos “se están creando todas las censuras posibles en el mundo”. “Hay adultos que no tienen capacidad de incidencia en el mundo y por intermedio de los niños quieren imponer sus valores como norma social”, afirmó. “Si hay gente inteligente son los niños, que no ven temáticas ni ven valores como los adultos, sino que ven narrativas. Ellos son genios narrativos y los adultos los queremos volver genios morales y de contenido. El discurso en nombre de los niños es el discurso más de derecha que uno pueda encontrar”, concluyó.