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Pares

Durante el 2012, 114 adolescentes del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), trabajaron en distintas empresas públicas y privadas, mediante un convenio entre el organismo, empresarios y sindicatos.

Para el presidente del Sirpa, Ruben Villaverde, se trató de una experiencia “muy positiva”, y agregó que la mayoría de los adolescentes “tuvieron un muy buen cumplimiento”. Solo 5 o 6 dejaron de trabajar. El jerarca destacó que muchos adolescentes se mostraron “sorprendidos” por el trato recibido por sus empleadores y sus compañeros de trabajo, ya que los recibieron “como pares”.

Villaverde explicó que el proceso de selección comienza con los directores de cada hogar, en base al “entusiasmo” que presenten los adolescentes. Luego el departamento de salidas laborales realiza entrevistas con psicólogos y asistentes sociales, para determinar cuáles tienen el “perfil” adecuado para cada puesto. “Se tiene mucho cuidado. No a todos se les dice que sí”, aseguró el presidente del Sirpa. A la hora de la elección, el “comportamiento”, la “confianza de los educadores” y que los adolescentes “no tengan una patología psiquiátrica que impida la oportunidad”, son algunos de los factores más tenidos en cuenta. Los delitos graves no son un impedimento para acceder al trabajo. De los 114 adolescentes empleados, 42 estaban privados de libertad, muchos de ellos por cometer delitos considerados graves, como el homicidio.