“En el primer nivel se deberían resolver el 80% de las consultas, pero muchas veces no lo podemos hacer por falta de recursos humanos y económicos”, explica Lilian D´Orsi, pediatra del Centro de Salud de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), ubicado en el Cerro.
Lo expresado por la especialista refleja la realidad de la pediatría del Cerro. Si bien a nivel de infraestructura y equipamiento, la situación es “envidiable”, la falta de médicos y enfermeros, demoras de meses para acceder a especialistas y una farmacia con graves carencias de medicamentos, conspiran contra el buen funcionamiento de la policlínica. María Alonso, también pediatra, considera que la situación es un “caos”, fruto de la “descoordinación y mala gestión” de parte de las autoridades de ASSE.
Si bien una de las prioridades del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) era la asistencia en el primer nivel de atención, más de cuatro años después de su puesta en marcha, no están dadas las condiciones para brindar una “asistencia digna”, sostienen las pediatras.
Uno de los principales problemas de trabajar en el primer nivel de atención, es la baja remuneración de los profesionales, en comparación con el sector privado, donde en promedio se paga el doble que en ASSE. Además, aseguran los profesionales, la situación lleva a que ante la falta de personal, los médicos deban realizar tareas de enfermería o administrativas. “Los médicos jóvenes no quieren hacer atención primaria porque es el trabajo más sacrificado y el peor pagado”, explicó D´Orsi.
El pasado 1º de febrero, unos 50 pediatras de la Red de Atención Primaria de ASSE, firmaron una carta en la que solicitaron a las autoridades que tomen medidas para evitar el éxodo al sector privado. “Sabemos que esto se va a agravar; si no se toman medidas, la atención pediátrica en el sector público se va a restringir”, alertaron entonces.