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Primará la cordura

En el marco de una edición especial con motivo de su 40º aniversario, el semanario Búsqueda realizó un artículo sobre las diferentes iniciativas para bajar la edad de imputabilidad que se han impulsado en nuestro país a lo largo de la historia.

Ya en 1910, el dirigente blanco Washington Beltrán, protestaba contra el “pavoroso problema de ardua solución” que era a su entender “el creciente aumento de la criminalidad infantil”. Un siglo después, el tema vuelve a estar en el tapete, y si bien, como lo sostienen los datos estadísticos, es mínima la participación de los adolescentes en la comisión de delitos, en las próximas elecciones nacionales se plebiscitará la baja de la edad de imputabilidad. “Hay una continuidad en ver” a los adolescentes “como parte del problema de la inseguridad”, explicó el historiador Daniel Fessler.

Por su parte, Luis Eduardo Morás, doctor en Sociología y especializado en violencia y seguridad ciudadana, aseguró que “los auges discursivos sobre un presunto incremento delictivo” de los adolescentes, nacen en la década del 50 del siglo pasado, a partir de un caso puntual. Lo mismo ocurrió en la década del 90, y lo mismo está ocurriendo ahora. Casos de adolescentes “que desarrollaron una extrema violencia, casos muy tristes pero extraordinarios que de ningún modo representan al conjunto de infractores ni una tendencia al abismo”. El experto señaló que los tres casos, “que provocaron una fuerte conmoción pública, son acompañados por proyectos de baja en la edad de imputabilidad penal”.

Unicef, en su Observatorio 2012, destaca que entre los años 2005 y 2011, las intervenciones de la policía sobre adolescentes disminuyeron un 20%. Al mismo tiempo señala que desde el 2004 a la fecha, el promedio de participación de los adolescentes en el total de delitos, se ubica en el entorno del 5.7%, y define como “preocupante” los problemas que tiene nuestro país para brindar respuestas alternativas a la privación de libertad.

Al respecto, una encuesta divulgada por la consultora Cifra, indicó que el 64% de los consultados votaría para que los adolescentes mayores de 16 años fueran juzgados penalmente como personas adultas. El 28% se manifestó en contra. La encuesta se realizó a 805 personas de todo el país. Sobre este tema, Morás recordó que “otros plebiscitos tuvieron mayor adhesión en las encuestas previas que lo mostrado efectivamente en las urnas”. “No creo que sean mayoría las madres que consideren que sus propios hijos de 16 años ya son adultos y deban ser juzgados como tales. El malestar es grande, pero al final primará la cordura”, concluyó.