
Hoy se realiza en el Salón Azul de la Intendencia de Montevideo, el Primer Encuentro Nacional de Clubes de Niños. En nuestro país hay actualmente 156 clubes de niños, algunos gestionados directamente por el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) y otros por distintas organizaciones de la sociedad civil.
Atienden en total a 10.300 niños, niñas y adolescentes, a quienes les bridan actividades educativas y recreativas y apoyo pedagógico. El objetivo es acompañar el tránsito escolar, ya que una vez finalizada la escuela, culmina también la asistencia al club. Las modalidades de trabajo varían de un club a otro, en función de su localización y más allá de ciertos criterios básicos, el encuentro apunta a unificar dichos criterios.
Muriel Presno, directora del programa Clubes de Niños y responsable de los seis centros que gestiona el INAU en Montevideo, explicó que lo que se busca es que “cuando uno diga ‘clubes de niños’, todos nos configuremos algo parecido. “Que si yo digo ‘soy de un club de niños’, se entienda lo mismo”. Al respecto, el INAU pretende crear una única dirección, ya que los clubes gestionados por las organizaciones de la sociedad civil dependen de otra área del organismo, al tiempo que los que están en el interior del país funcionan bajo la órbita de las direcciones departamentales. Si bien se mantendrán las diferencias territoriales, la idea es poner en común los aspectos técnicos.
Otro de los puntos que se espera tratar en el encuentro es el de una mayor coordinación con el Consejo de Educación Primaria. “Hay que pensarse ahora junto con la escuela. Hay que pensar la política globalmente”, sostuvo Presno. Esto daría la posibilidad de reformular el trabajo cuando, por ejemplo, hay muchos clubes de niños a poca distancia, como sucede en algunos barrios de Montevideo, o la situación del departamento de Artigas, que no cuenta con ninguno. Para la directora del programa, esto se debe a que la de los clubes de niños “nunca fue una política del todo planificada”, sino que los clubes fueron surgiendo de manera casi espontánea, en función de las necesidades del momento. “Primero hay que hacer el mapa (en eso estamos con Primaria) y decir qué necesitamos y dónde. Después lo que hay que hacer es pensar qué oferta es más adecuada al tiempo actual, porque los niños ahora son diferentes”, indicó Presno.