Desde el año 2009, la fundación judía B´nai B´rith (Hijos del Pacto), una organización no gubernamental de carácter filantrópico, lleva adelante el programa Salir Adelante, cuyo objetivo es la promoción y el apoyo a liceales de cuarto año, que tengan buen desempeño académico y provengan de contextos socioeconómicos pobres.
“Desde hace años teníamos interés en trabajar en el área educación. Empezamos a ver que siempre se trataba de atender a los chicos que tenían problemas, pero qué pasa con los chicos a los que les iba bien”, pregunta el director adjunto de la B´nai B´rith, Carlos Kierszembaum. “Nos dimos cuenta de que la palabra que los identifica es invisibles. Ellos mismo han manifestado que se sienten invisibles en el liceo”, agregó.
Cada año, entre 14 y 20 adolescentes participan del programa. Además de apoyo académico, reciben ropa, alimentos, una computadora en caso de no tener una, libros y atención médica. La selección de los estudiantes se hace en conjunto con el Consejo de Educación Secundaria. “Ellos no pueden creer que porque les vaya bien alguien los mire o se interese por ellos. Esta es de las cosas que más nos han impresionado”, aseguró la directora del programa, Adriana Stainfeld. “Se trata de una población que necesita ser vista, motivada, valorada para que continúe estudiando. Son chicos que si llegaron a 4º año en las condiciones que llegan es porque realmente quieren salir adelante”, opinó.
Stainfeld agregó que por lo general estos adolescentes no tienen una vida social acorde con su edad, ya que por su condición de buenos estudiantes, se sienten discriminados por sus compañeros. La directora de Salir Adelante explicó que en muchos casos, estos adolescentes evalúan dejar de estudiar, como una forma de aceptación entre sus pares. “El 25% de los chicos que vienen al programa pensó alguna vez en dejar de estudiar”, dijo.
Entre el 2009 y el 2012, unos 60 estudiantes pasaron por el programa. El 90% de ellos se convirtió en el primer integrante de la familia en terminar Secundaria. El 75% actualmente está trabajando y estudiando. El 15% sólo estudia y el 10% sólo trabaja. “Estos chicos van a tener en la vida oportunidades que sus padres no tuvieron”, sostuvo Kierszembaum.