Desde su implementación en el año 2008, el Programa de Impulso a la Universalización del Ciclo Básico (PIU), tuvo como objetivo principal la disminución del fracaso escolar y “procurar una mayor equidad en los aprendizajes y mejores niveles de promoción en los liceos donde se observan altos niveles y persistentes índices de repetición”. Sin embargo una última evaluación del programa, reveló que no generó cambios en los índices de no promoción.
“Era una política de concentración de recursos con horas docentes para tutorías, psicólogos, asistentes sociales, y recursos económicos que administraba cada liceo, destinados sobre todo a alimentación”, explicó el ex consejero Martín Pasturino. La idea era dar a los alumnos aquellas cosas que no obtienen en sus hogares: asistencia para abordar problemas personales y de falta de contención familiar, y ayuda para superar dificultades de aprendizaje.
El reciente estudio sobre el PIU reveló que “a nivel global no se observa una mejora del nivel de aprobación en los liceos donde se implementó el proyecto. Cabe señalar que este fenómeno está relacionado con la tendencia decreciente que tuvo la promoción de todo el ciclo básico desde 2005 a la actualidad (y) que los centros PIU son aquellos que concentran los mayores niveles de repetición”.
Por su parte, Lidia Baracchini y Margarita Romero, inspectoras responsables de coordinación del PIU, creen que uno de los problemas fue el subaprovechamiento de las tutorías (unos 18 mil alumnos). “Son pocos los alumnos que participaron efectivamente del programa, que asisten a las tutorías. Pensamos que esa puede ser una de las explicaciones de por qué el PIU no impactó en los indicadores globales”, explicaron. También influyó un factor institucional que conspiró contra la asistencia a las tutorías y fue la escasa coordinación y confianza entre el docente de aula y el docente tutor. Muchas veces los profesores no derivaban a los alumnos a las tutorías, por no valorar el espacio o no sentirse “invadidos” en su trabajo, agregaron las inspectoras.
En los últimos años el PIU ha ido cambiando de estrategias en su implementación y diseño. Hoy Secundaria no tiene una visión tan negativa del programa, e incluso optó por ampliarlo a 102 liceos de todo el país. “No me parece bien lo que están haciendo ahora, que pese al resultado nulo que tuvo, se está extendiendo el PIU – con otro nombre (Programa de Tutorías) – transformándolo en una política universalista”, finalizó Pasturino.