Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las últimas cifras obtenidas en el 2006 sobre trabajo infantil señalan que el 7,9% de los niños entre 5 y 17 años trabaja, mientras que el 5,4% realiza actividades fuera del hogar.
Graciela Pardo, secretaria del Comité para la Erradicación del Trabajo Infantil (CETI) y representante del organismo en el Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU), anunció que se llevará adelante un proyecto paralelo luego de que se conforme el nuevo directorio.
Actualmente, con el apoyo del INAU, el Consejo de Educación Secundaria y el PIT-CNT, se comenzó a implementar en nuestro país la metodología “Scream”, mediante la cual se llevan a cabo talleres para profesores, educadores y maestros, con el objetivo de que los niños realicen audiciones radiales y notas de prensa escrita sobre esta problemática, y den sus opiniones. “Gracias a la educación, y también a los medios de comunicación, el tema ya no es desconocido”, aseguró Pardo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), considera el trabajo infantil como un subconjunto de actividades económicas realizadas por niñas y niños, en que la noción de actividad económica se asocia a la definición de trabajo estándar de la OIT.
En Uruguay, los trabajos asociados a niñez y adolescencia varían según la ubicación geográfica; mientras que en las localidades pequeñas -menos de 5.000 habitantes- las actividades de mayor incidencia son agrícolas, en las de mayor población las principales actividades son trámites y mandados. Por su parte en Montevideo, predominan las labores que están asociadas a la recolección de basura y la mendicidad. En todo el país, se observa que la inasistencia a los centros de enseñanza es mayor entre los niños y niñas que trabajan.
(La República, Gabriel Monteagudo y Gelsi Ausserbauer, pág 13; 12/06/2010)