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Sirpa: derecho y humano

Varias denuncias por malos tratos y golpizas llegaron a la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) y Defensoría del Pueblo por parte de madres de adolescentes privados de libertad en el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa).

Las denuncias están dirigidas a funcionarios del Hogar Ser, el cual hace poco tiempo cambió de dirección. Según testimonios de los propios adolescentes, ratificado, según El Observador, por un funcionario, los internos sufrieron fuertes golpizas por parte de los nuevos funcionarios, quienes además les sacaron los televisores de las celdas, algunos de los cuales fueron destruidos. Carlos Cardozo, director del programa de privación de libertad y semilibertad del Sirpa, negó que los funcionarios hayan sacado o roto televisores, y dijo que éstos fueron removidos por problemas eléctricos.

El presidente del Sirpa, Rúben Villaverde, sostuvo que sospecha que las denuncias sean infundadas y señaló que “estamos asistiendo a un momento crítico de enfrentamiento entre funcionarios. Los que no están conformes con el nuevo equipo de dirección empiezan a tirotear y te tirotean con lo más feo que tenés a mano: darle manija a dos o tres internos que sean referentes para hacer caer a la dirección.”

La nueva dirección del Hogar Ser cambió algunas dinámicas de la dirección anterior como apagar la luz de las celdas antes de la medianoche, restringir el acceso a medicamentos, habilitar patios, mejorar la alimentación y conducir a los internos al baño sin grilletes debido a que anteriormente realizaban sus necesidades en bolsas y baldes en la propia celda.

La semana pasada, Subrayado difundió un documento del Inddhh donde se critican las condiciones de reclusión de los adolescentes en conflicto con la ley. El informe establece que los internos se encuentran en situación de hacinamiento, además de pasar entre 20 a 24 horas encerrados en las celdas sin acceso a actividades educativas, lúdicas o deportivas.

Villaverde negó que los adolescentes no tengan acceso a la educación o recreación, y señaló que de los 577 adolescentes del Sirpa, 97 trabaja. En el Hogar Cimarrones, el único con régimen de semilibertad, la mayoría de los adolescentes trabaja o estudia. Villaverde agregó que una vez terminadas las obras que habilitaran más plazas para los adolescentes, la situación mejorará. Las nuevas celdas cuentan con cuchetas de hormigón, lavatorio, inodoro, ventilación y losa radiante. “Para que después no digan que no defendemos los derechos humanos”, dijo Villaverde.