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Tirarse al agua

La selección masculina sub 17 de waterpolo está disputando el torneo continental de la categoría en Buenos Aires, Argentina.

El Waterpolo no es un deporte muy desarrollado en nuestro país, y los chiquilines que lo practican se encuentran con varios obstáculos, desde la falta de infraestructura hasta la escasa competencia interna.

José Pedro Cánepa, director técnico de la selección juvenil, dijo que una de las mayores trabas con las que se encuentran a la hora de elegir jugadores para las selecciones es la falta de categorías formativas, niños que comiencen a practicar el deporte a partir de los 7 u 8 años. “La  competencia interna es bastante reducida, son pocos equipos: Biguá, Banco República, Hebraica y Macabi, Paysandú y Olimpia; Neptuno ya no participa. Desde 2000 a 2008 no hubo un buen trabajo en formativas, eso nos retrasó bastante”, señaló el DT.

Cánepa también señaló que la diferencia entre algunos países de la región y Uruguay es abismal. “El waterpolo sudamericano desde hace 30 años está dividido en dos: por un lado Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela, que son equipos de mucho poderío y muy parejos entre sí; por otro lado Perú, Uruguay, Chile y Ecuador. Son dos niveles completamente distintos. En todas las categorías es así  y va a llevar bastante tiempo poder cambiarlo. Estamos en eso”, dijo.

Los gurises de la sub 17 practicaron 4 meses para el torneo que hoy disputan. En verano pudieron dedicarse a horario completo durante la semana y descansaban el fin de semana. Con el comienzo de las clases vinieron los problemas de horarios y el entrenamiento quedó relegado a la noche en el club Biguá.

Ayer el campeonato llevó a cabo la jornada inaugural, la selección uruguaya fue derrotada por Colombia 9-3 y en la noche disputó un encuentro con el país anfitrión. Los chiquilines no buscan ganar el torneo continental pero sí tienen como meta obtener el quinto puesto, ganándoles a Perú y Chile y así clasificar directamente al campeonato Panamericano.