Finalmente el Senado aprobó ayer, por 17 votos en 31, la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que establece la despenalización del aborto dentro de las primeras doce semanas de gestación, por “razones de penuria económica, sociales, familiares o etarias”. En los casos de violación, el plazo se extiende a 14 semanas.
La mujer que decida interrumpir su embarazo deberá primero asesorarse con un grupo multidisciplinario, conformado por ginecólogos, psicólogos y asistentes sociales; tras la entrevista, la mujer tendrá cinco días para reflexionar y confirmar o no su decisión. Tanto los profesionales como las instituciones privadas de salud podrán argumentar objeción de conciencia.
Legisladores de la oposición criticaron que las modificaciones que el proyecto recibió en Diputados se hayan hecho “a las apuradas”, como afirmó el senador colorado Alfredo Solari. El nacionalista Gustavo Penadés, dijo en tanto, que el FA buscó obtener “un título” para afirmar que votó una ley de despenalización del aborto. La senadora del FA, Mónica Xavier, consideró que las críticas sobre los “apuros” “no tienen asidero”, ya que el proyecto es el mismo del año 2011, dado que se refiere a “la misma materia”.
Sobre las críticas de algunas organizaciones sociales, que consideran que el proyecto impone demasiadas trabas a las mujeres que quieren abortar, la senadora Carmen Beramendi (FA), quien reconoció estar de acuerdo con los reclamos, señaló no obstante que “lo que puede parecer una traba también sirve para que el sistema de salud sea el que haga cumplir la ley”.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Ginecotológica del Uruguay, Gustavo Ferreiro, pidió que la opinión de los profesionales sea escuchada. “La ley del aborto es una letra fría, nosotros tenemos que bajarla a tierra porque somos los que la vamos a aplicar”, opinó. En esta línea, pidió que los especialistas puedan participar “activamente” en su reglamentación.
En otro orden, legisladores del Partido Nacional pretenden realizar un referéndum para derogar la nueva ley. Según una encuesta de la consultora CIFRA, solo el 34% está en contra de la despenalización. El 52% de la población está a favor.
Con la aprobación de la ley, Uruguay se suma a Cuba, Puerto Rico y las dos Guyanas, países donde el aborto está completamente despenalizado. También en la capital mexicana –no así en el resto del país-, el aborto no está penalizado.