
En entrevista con el diario El Observador, el director del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), Rubén Villaverde, se expresó a favor de la ley que aumenta las penas para los adolescentes que cometen delitos gravísimos y se refirió al estado en que se encuentran algunos centros de privación de libertad. “El (centro) Ser es una vergüenza”, aseguró.
El jerarca evaluó el posible impacto de la nueva ley aprobada en el Parlamento, y consideró que “el efecto se notará a partir del último trimestre de este año”, ya que aquellas penas de ocho o nueve meses de duración, “van a tener un año o más”.
Villaverde dijo estar “totalmente de acuerdo” con el contenido de la ley, ya que con la legislación anterior, “el tiempo de trabajo que hay que tener con un joven no era suficiente”. “Ingresan jóvenes de 17 años que nunca tuvieron contención familiar, con una deserción muy temprana del sistema educativo, que desconocen el funcionamiento de la sociedad en lo más mínimo”, agregó.
Consultado sobre si el sistema está capacitado para rehabilitar a esos adolescentes, reconoció que el Sirpa “está buscando por todos lados estabilizarse”, intentando disminuir las fugas y transformar la infraestructura. “En los últimos 30 años la institución fue muy vulnerable”, opinó.
Respecto a los centros de privación de libertad, en especial el Puertas y el Ser, cuyas condiciones fueron señaladas por relatores de las Naciones Unidas como violatorias de los Derechos Humanos, Villaverde asumió que “son centros a transformar totalmente”. Sobre la negativa a que la prensa ingrese a dichos establecimientos, argumentó que “no se trata de ocultar”, sino de “no volver famosos a quienes no deben ser famosos”. El jerarca puso el ejemplo del adolescente involucrado en el caso de La Pasiva, quien según el director del Sirpa ingresó a cumplir su pena con cierto “respeto” por parte de los otros adolescentes. “Nosotros tenemos que bajar a ese individuo a la realidad y evitar que se transforme en un líder negativo”, señaló. Por ello, consideró que “los medios deben ser cuidadosos en el manejo de las imágenes, porque si bien es verdad que están mostrando algo que pasó, también es verdad que puede haber un efecto negativo”. “Se puede estar convirtiendo a alguien en el líder de una banda”, concluyó.