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Importante debate sobre adolescencia y género

“Hoy asociamos a la adolescencia  con la criminalidad,  la droga, el miedo; se habla de bajar la edad de imputabilidad, no se tiene confianza en los adolescentes, no se espera nada de ellos. No se piensa en ellos como sujetos de derechos, como protagonistas del desarrollo.”

Así comenzó su exposición el director del Instituto Nacional de la Juventud (INJU), Matías Rodríguez, en el marco  del Seminario “Estrategias y desafíos en trabajo con adolescentes desde una mirada de género”, organizado por La Casa de la Mujer de la Unión, y que se realizó el  pasado miércoles 10 de agosto en  el Salón de Actos de Presidencia.
Además de Rodríguez, el evento tuvo como expositores al director del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Jorge Ferrando; Lilián Ponce y Víctor Belo representantes de la Casa de la Mujer de la Unión,  Mariela Solari de la organización Gurises Unidos, y al médico y psicoanalista especializado en adolescentes, Marcelo Viñar.

ESTADO DE SITUACIÓN

El Seminario se enfocó en tratar a la adolescencia desde una perspectiva de género, las equidades e inequidades que atraviesan varones y mujeres  jóvenes en el acceso a la educación, al trabajo, en el mensaje que los medios transmiten, y en los  estereotipos hegemónicos que trascienden generaciones.

Belo y Ponce definieron a la adolescencia como un período de construcción de la personalidad en donde se producen  transiciones y  búsquedas; una etapa  fértil  en la cual trabajar para generar importantes cambios.

Los participantes del seminario coincidieron en que la adolescencia es concebida como una etapa  de cuestionamiento, de disconformidad con la sociedad, con las instituciones, con la familia pero sobre todo con los padres.

Al contrario de los que muchos piensan los jóvenes necesitan la presencia y el apoyo de los adultos. “Los adolescentes necesitan vínculos emocionales sólidos, confiables con el mundo de los adultos que les permita tomar decisiones; tienen la necesidad de sentirse acompañados, apoyados, sostenidos”, afirmó Ponce.

Trabajar sobre los roles y posiciones que los jóvenes ocupan en la sociedad y en la familia es uno de los pilares en los que se trabaja en la Casa de la Mujer. El papel que como hombre y mujer se ocupa en la sociedad se cuestionan.  “Se identifican en los discursos y acciones factores que evitan el desarrollo de las mujeres y los varones en función de barreras sociales”, dijo Belo.

El director del INJU, por su parte recurrió a cifras para referirse a algunas inequidades entre hombres y mujeres adolescentes. Las mujeres están mejor preparadas educativamente que los hombres,  ya que terminan educación secundaria en un porcentaje mayor que el de los varones: ellas alrededor de un 39%, ellos en un 28%. Sin embargo, esto no se traduce en la posibilidad de acceso al mercado laboral. Una de las franjas etarias que más sufre el desempleo, son las mujeres jóvenes de entre 20 y 24 años, y cuando trabajan su salario es significativamente menor que el de los hombres de la misma edad y peor preparados.

Rodríguez también se refirió a los hoy denominados jóvenes “Ni ni”, aquellos adolescentes que no estudian ni trabajan. Según los datos corresponderían a un 18% de los adolescentes uruguayos. Pero al desglosar los datos la perspectiva cambia: de ese total un 6% son jóvenes que aunque no estén insertos en el sistema educativo ni en el mercado laboral están buscando trabajo. Otro 6% realiza tareas en el hogar (mayormente mujeres) en beneficio de la familia (cuidado de hermanos, limpieza, etc.) y finalmente el 6% restante correspondería efectivamente al grupo de adolescentes identificados como “ni ni”, término que, según Rodríguez hay que combatir, “hay una necesidad de desterrar esa terminología, se sigue estigmatizando a esos jóvenes, estereotipando, no se espera nada de ellos”.

Jorge Ferrando coincidió con los demás expositores al afirmar que existe una gran dificultad al transmitir los conceptos de igualdad de género. Reconoció que el propio INAU tiene dificultades a la hora de integrar una mirada desde una perspectiva de género, pero señaló, sin embargo, que uno de los desafíos del instituto es modificar esta realidad. Ferrando puso como ejemplo que se está apuntando a construir hogares infantiles mixtos en todo el país.

Ferrando habló de diferentes adolescencias y dio un giro al término. “Cuando hablamos de adolescencia nos referimos a que los adolescentes adolecen de algo, pero hay que fijarnos de qué adolecen los adultos.” En este sentido afirmó que los adultos carecen de la capacidad de escucha, de tiempo y espacio para fortalecer vínculos con los jóvenes, muchas veces imponen y no escuchan, son indiferentes a las problemáticas e interese que atañen a ésta edad y toman el pasado como parámetro para evaluar el hoy.

DESAFÍOS

Los expositores convinieron en que hay que estimular la creación de políticas públicas orientadas a la adolescencia basadas  siempre en una perspectiva de género.  Compatibilizar  la educación con el trabajo,  lograr mejoras en la equidad  al acceso al mercado laboral, a la calidad del empleo y a la remuneración.

Señalaron la necesidad de buscar integrar una mirada de género en las instituciones reflexionando sobre el ser femenino y el ser masculino, cuestionando los estereotipos desde la educación y la confianza instituyendo los intereses de los adolescentes más allá de los mandatos sociales.

Pidieron que se generen espacios de referencia y oportunidades para los adolescentes para una efectiva de construcción de la ciudadanía, considerándolos  sujetos de derecho, y así  trascender la visión estigmatizada que se tiene de los adolescentes como problema de la sociedad, protagonistas de la inseguridad y la criminalidad.

El gran desafío sigue siendo  el cambio en el discurso que los medios de comunicación difunden, se apunta a cuestionar los estereotipos hegemónicos  que se transmiten, cambiar la concepción de hombre “productivo” y de mujer “reproductora”.

Va a ser una larga y dura lucha contra modelos que se siguen reproduciendo desde tiempos inmemoriales pero el debate está planteado, algunas acciones iniciadas y otras por comenzar. Ferrando enfatizó la idea de que el Estado debe lograr una mejor articulación con las organizaciones de la sociedad civil y demás instituciones para integrar y no fragmentar los programas y proyectos en pro de la igualdad de género.

El jerarca del INJU afirmó que hay que problematizar, cuestionar la construcción de géneros que hasta hoy existe, “va a ser una dura lucha contra los mensajes que los medios transmiten, va a ser una dura batalla contra Mr. Músculo.

Links

www.casadelamujer.org.uy/

www.gurisesunidos.org.uy

www.inju.gub.uy

www.inau.gub.uy