“Tenemos la convicción de que la escolarización temprana de la educación inicial favorece los procesos de socialización, mejora la trayectoria escolar, disminuye la repetición en primaria y en los contextos más vulnerables es una estrategia importante para el cuidado de los niños y para que el Estado aporte el capital cultural que las familias no están en condiciones de transmitir”…
Afirmó el director general del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Héctor Florit, demostrando su preocupación por el nivel de inasistencias que existen en educación inicial de tres, cuatro y cinco años.
El lunes pasado se realizó un taller para inspectores de Educación Inicial de todo el país con el objetivo de abordar dicha problemática y darle una posible solución. En 2012 el 30% de los niños de entre tres y cinco años tuvieron una asistencia insuficiente: faltaron entre 70 y 140 veces en un total de 180 días de clases.
Los niños de tres años son los que más faltan llegando a un 33,8% de inasistencias, mientras que en preescolar de cuatro años la cifra baja al 32,8% y en el nivel de cinco años el porcentaje es de 28,7%. Cabe recordar que desde 2008 la educación inicial para niños de cuatro y cinco años es obligatoria.
Según Florit se trata de un problema que no es nuevo y que tiene como causas la falta de concientización de la población en cuanto a la importancia de la educación en los primeros años de la niñez.
Para reducir el nivel de inasistencias el CEIP se propone en 2014 extender la modalidad de centros “Aprender”. En la actualidad hay cinco de este tipo en el país. Estos centros se instalan en zonas de contexto crítico, donde se presentan los mayores guarismos de inasistencias, en horario simple y con fuerte presencia de maestros comunitarios, que no sólo trabajan con el niño en la escuela, sino que lo hacen con la familia y la comunidad. Esta modalidad logró disminuir los niveles de inasistencias y abandono de 29% a 27%.
Para 2014 el CEIP se propone crear ocho jardines de infantes “Aprender”, en los cuales se adapte el plan de estudios a cada centro para favorecer la inclusión del trabajo con el niño, la familia y la comunidad.