El presidente del Banco de Previsión Social (BPS), Ernesto Murro, informó que unos 800 adolescentes y jóvenes volvieron a inscribirse en Secundaria y Educación Técnica desde que se suspendió el pago de las asignaciones familiares. Las suspensiones respondían a que los beneficiarios no estaban cumpliendo con la contraparte de asistir a los centros educativos.
Por este motivo, desde el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se tomó contacto con las familias beneficiarias, para conocer los motivos por los cuales los adolescentes y jóvenes habían dejado de concurrir a clases. En el 90% de los casos, la respuesta fue porque habían conseguido un trabajo.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, dijo que las asignaciones estaban suspendidas y no dadas de baja. Explicó que «estos mecanismos son para estimular a que (los beneficiarios) cumplan con la contrapartida». Ante las críticas de dirigentes de la oposición, que acusan al gobierno de asistencialismo, Olesker explicó que un hogar con tres niños que cobran asignaciones y tienen una tarjeta de alimentación doble, puede recibir hasta $5000. Sobre este punto, el vicepresidente del Frente Amplio, Juan Castillo, dijo que ese monto «no es un estímulo para no ir a trabajar como aseguran algunos colorados. Eso es una barbaridad que solo la puede decir quien nunca pasó frío y nunca pasó hambre».
