El liceo Nº 58, Mario Benedetti, ubicado en el barrio Bella Italia, realizó la semana pasada una serie de jornadas para debatir sobre la violencia, de la que participó la dirección del liceo, los docentes y los estudiantes. También se realizaron talleres con docentes universitarios.
Uno de los puntos debatidos por los docentes –sin la presencia de estudiantes-, y que causa mayor preocupación, es la poca motivación de algunos adolescentes que saben que no tienen, ni van a tener, muchas oportunidades de forjarse una vida distinta a la que tuvieron, por ejemplo, sus padres. “Tienen más miedo al triunfo que al fracaso”, sintetizó una docente, porque el triunfo es la novedad, el cambio. “De qué me sirve estudiar”, o “para qué voy a llevar el cuaderno si mañana no voy a estar acá”, son frases repetidas entre los alumnos.
La psicóloga Laura López, que coordinó un taller con los adolescentes, destacó los estigmas que recaen sobre los más jóvenes. “El hecho de ser adolescentes, ser pobres y vestirse de determinada manera hace que a ciertos lugares no puedan entrar. Eso les da mucha rabia”, explicó.
“Los jóvenes son el futuro, pero al mismo tiempo parece que el futuro está arruinado por los jóvenes y que somos la plaga”, protestó Dyara (18 años) alumna del liceo, sobre la estigmatización que sufren. “Este liceo no está ni en una zona muy baja ni muy alta; venimos personas de todos los ambientes. Todos podemos ser considerados ‘menores’, y sin embargo me sorprendió que tantos alumnos del 58 estén de acuerdo con bajar la edad de imputabilidad, por ejemplo”, agregó. Otro adolescente dijo que “si conversamos con nuestros padres sobre eso nos dicen que capaz ya firmaron para aprobar el plebiscito, pero después te admiten que no saben bien de qué se trata”.
