Ayer fue presentado el libro “Gramática(s) de la convivencia”, una investigación a cargo de la Doctora en Sociología, Nilia Viscardi y el maestro Nicolás Alonso, que indagó respecto a los procesos de participación y exclusión, y el sentimiento de integración en 30 centros educativos de todo el país, 10 por cada una de las ramas educativas: Primaria, Secundaria y Educación Técnica.
A su vez, se investigó la normativa de cada una de las instituciones en lo referido a la regulación de la vida cotidiana y cómo ésta se construye y valida.
El trabajo se nutrió de lo realizado en el año 2010 en el marco del Proyecto Central Promoción de la Convivencia Saludable, de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), organismo encargado de la publicación.
Viscardi explicó que más que un conjunto de normas se trata de una suerte de “diez mandamientos” sobre lo que los alumnos pueden hacer y lo que no. En este “decálogo” se incluyen reglas sobre la convivencia con el otro y otras de carácter disciplinar, como los horarios de entrada y salida. De acuerdo a la socióloga, estas reglas “acentúan el conflicto o malestar” en el centro educativo, dado que “chocan con las nuevas lógicas culturales adolescentes”, para quienes se trata de una “práctica vacía de sentido”. “Y al no debatirse, discutirse, generan una fuente de conflicto permanente”, afirmó.
La especialista construyó una analogía entre los casos extremos de estudiantes que infringen estas normas de tal manera que son expulsados del sistema, y la sociedad uruguaya, que también expulsa a sus jóvenes, quienes ante la falta de oportunidades ven en la migración la única alternativa posible. “Esta desvinculación que observamos de algunos adolescentes en los centros educativos podría ser un paralelo de la tendencia histórica que tiene Uruguay de expulsar a sus jóvenes”, sostuvo Viscardi. “Podemos pensar que una sociedad no envejece necesariamente porque su pirámide demográfica lo haga sino porque encuentra enormes dificultades para dinamizar, cuestionar sus valores, sus reglas de convivencia, de intercambio”, agregó.
