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Promesas para el presente

En el marco del simposio “Miradas hacia las culturas juveniles”, del que participó como expositor, el sociólogo argentino Marcelo Urresti fue entrevistado por la diaria sobre cómo los adolescentes y jóvenes son vistos como una amenaza desde la década del 60.

Según Urresti, las “culturas juveniles” surgen en los años 60, con el ingreso masivo de los adolescentes al sistema educativo; primero en los países centrales y luego en América Latina.

Fue en esa década y en la siguiente, cuando dio comienzo una etapa de criminalización de los jóvenes, vinculada al ambiente político de la época. “Comunistas, socialistas, o de izquierda había de todas las edades, pero el que se convierte en sospechoso es el joven, porque además es el momento en el que irrumpen los jóvenes”, afirma el especialista.

Otra época clave de criminalización tuvo lugar en la década del 90, cuando de acuerdo a Urresti, “irrumpe otro tipo de jóvenes”. “Nuestras sociedades entran en un ajuste violento”, en el que  “se pierden los canales de inclusión laboral para los jóvenes de sectores populares”. En este contexto, los jóvenes son visualizados “primero como inactivos totales o ni-ni con un potencial destructor de las relaciones sociales preexistentes que es muy marcado, y pasan de ser víctimas a victimarios”.

Para Urresti, esto no significa que adolescentes y jóvenes no cometan delitos. “Los hechos están. Lo que se hace es aumentarlos y maximizarlos de tal manera que queda sólo la visión del acto criminal y no de todas las condiciones sociales en las que a algunos grupos no les quedan otras salidas”, sostiene el sociólogo. “Entonces es una especie de monstruo al que hay eliminar, porque si no él nos va a eliminar a nosotros”, agrega.

Urresti se refirió también a esa visión que ubica a los adolescentes y jóvenes en el futuro, que al mismo tiempo implica una desatención de su presente. Para el especialista se los ve “como promesa. El problema de la promesa es siempre está más adelante. El juego de las promesas puede ser una proyección hacia el futuro que implique una exclusión en el presente”.