La violencia de género y doméstica, así como la amenaza de la explotación sexual comercial de menores de edad, encuentran campo fértil en las redes sociales, gracias a la falta de legislación específica, así como por la ausencia de cuidados y control por parte de las familias.
Andrea Tuana, de la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual, dijo que la captación de niñas y adolescentes en las redes sociales se realiza utilizando las aspiraciones de las víctimas. Tuana señaló que son frecuentes las promesas de ingresar en el mundo del modelaje y el espectáculo. Agregó que con frecuencia se utiliza la figura de una “amiga”, por lo general también menor de edad, para convencer a las víctimas. Pero aclaró: “Muchas veces, las chicas que tratan de captar a otras tienen hechos de vulneración en su historia de vida. Ellas también son víctimas”.
Tuana diferenció las estrategias de captación de acuerdo al contexto socioeconómico de las víctimas. Con las adolescentes en situación de pobreza se apunta al ofrecimiento de dinero y objetos de consumo. En las clases media y alta los mecanismos tienen que ver “con sueños: ser modelos, ser famosas”. Ambas situaciones, explicó la especialista, responden a la lógica de la “sociedad de consumo” en la que vivimos. Agregó que los victimarios detectan “las debilidades de los cuidados parentales”, aprovechando la situación cuando “las familias no pueden tener un rol de cuidado y protección”.