EL MANEJO DE LAS FUENTES

> Ser cuidadosos con las fuentes policiales.

El chequeo de la información que nos brinda una fuente y la consulta a más de una es una regla básica del periodismo.

No obstante, en los casos en que ocurre un homicidio por violencia doméstica -como en otros hechos de carácter policial- la fuente primaria es la Policía, tanto los informes escritos como las declaraciones de los efectivos que actuaron en el lugar de los hechos.

Debe tenerse en cuenta que muchas veces los funcionarios policiales no están sensibilizados con la problemática y en sus afirmaciones a los medios de comunicación trasladan prejuicios o estereotipos que no contribuyen a informar correctamente sobre la problemática así como también valoraciones realizadas por el agresor en sus declaraciones ante las autoridades policiales.

> Incorporar cifras oficiales vinculadas a la problemática.

> Ser cuidadosos con los testimonios.

Muchas veces las declaraciones de los allegados al agresor o a la víctima (vecinos, amigos, familiares) suelen contener estereotipos, prejuicios o expresiones que reproducen los valores culturales que sustentan la violencia doméstica y/o que no son relevantes desde el punto de vista del interés periodístico. En estos casos es preferible evitarlos. Debe tenerse en cuenta que en el momento de ser entrevistados, las personas que brindan su testimonio de lo ocurrido pueden no ser concientes del alcance o la trascendencia de sus declaraciones.

> Incorporar análisis de especialistas.

Una opción que puede facilitar el análisis de la noticia sobre un hecho de violencia doméstica es consultar profesionales o referentes de organizaciones e instituciones que trabajan en el tema.

> Informar sobre los lugares donde denunciar o pedir ayuda



ENTREVISTAS CON VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DOMÉSTICA



Recabar testimonios de mujeres que han realizado un proceso para romper el circuito de violencia contribuye a dar cuenta que es posible una salida y puede alentar a otras mujeres en situación de violencia doméstica a buscar ayuda. Pero debemos adoptar algunos cuidados para proteger a la víctima.

→ Conocer si la persona está preparada para hablar y si tiene contención para aceptar las eventuales consecuencias de la publicación de su testimonio.

Explicarle cómo será la entrevista y qué alcance tendrá.

Las personas en situación de vulnerabilidad y su entorno ponen mucha expectativa en torno a la aparición de la nota. Por el contrario, también sucede que no son conscientes de su alcance.

Por eso es importante explicarle con claridad el alcance de la entrevista, en qué contexto se publicará, si se editará, si habrá imágenes o fotos, si se distorsionará su voz y/o su imagen.

→ La entrevistada debe decidir si es identificada con nombre y apellido o con un pseudónimo.

→ En la medida de lo posible, elegir un lugar donde la entrevistada se sienta cómoda.


→ Es importante que todo el equipo técnico (periodista, fotógrafo, cámara, sonidista, etc) que participen directamente de la producción se identifiquen con la entrevistada.

Durante la entrevista, respetar la situación, sus tiempos y sus límites. Para la mujer que dará su testimonio, contar será revivir lo ocurrido. No insistir sobre detalles o hechos sobre los que se manifieste contraria a relatar o continuar hablando. Apagar el grabador o la cámara si la entrevistada no se siente bien y consultarle si quiere continuar y cómo.

No dudar de su palabra. Es conveniente corroborar previamente los detalles de su historia para evitar, durante la entrevista, cuestionar la veracidad de su relato.

→ Si la entrevista es en vivo, es importante un trabajo de preproducción más profundo.

→ Es importante que la entrevistada tenga la posibilidad de volver a contactar a los periodistas luego de realizado el reportaje.

No abordar a las mujeres en el momento que están saliendo de un episodio agudo (hospital, comisaría, juzgado). En estas instancias, en que se encuentra en shock emocional difícilmente pueda aportar un testimonio racional y coherente.


TRATAMIENTO DE LAS IMÁGENES

Evitar el sensacionalismo y el morbo

Respetar el derecho a la intimidad de la víctima

No emitir ni publicar imágenes de carácter vejatorio para la víctima o su entorno o que puedan comprometer su seguridad, su salud, su posición en la comunidad o calidad de vida.

Evitar la localización del caso. Por lo general, en el barrio o la zona donde ocurrió el homicidio por violencia doméstica se encuentra el núcleo social de los hijos de la víctima, del agresor o de ambos.

⇒ Si se tomó la decisión de no identificar a la víctima, una alternativa es utilizar el primerísimo primer plano de manos, ojos, boca.

La toma de imágenes o de audio debe hacerse siempre con el consentimiento expreso de la víctima.



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